Aprovecho para editar este artículo hoy domingo 19 de abril, porque aún hay regiones en las que "colean" las vacaciones de Semana Santa, en la educación. Así, mañana lunes inician sus clases todos los alumnos de la capital de la región de Murcia, desde el pasado viernes de Dolores (3 de abril) y lo harán el martes todos los de la Comunidad Valenciana, pues mañana celebran el 2º lunes de Pascua o de San Vicente [estos tuvieron clase hasta el martes 7 de abril].
Demasiadas vacaciones
- 175 días de clase mal repartidos
- Un calendario escolar imposible para padres trabajadores y dudoso para el aprendizaje está en cuestión
- Artículo de J. A. AUNIÓN / S. TOBARRA publicado en El País el 05/02/2009
La decisión de Andalucía y Cataluña de adelantar unos días el inicio de curso de sus escolares (más de un tercio de los de toda España) ha vuelto a abrir el debate sobre el calendario de clases, la jornada escolar y unas vacaciones muy concentradas en el verano, de aproximadamente tres meses, que muchos consideran demasiado largas.
La decisión de Andalucía y Cataluña de adelantar unos días el inicio de curso de sus escolares (más de un tercio de los de toda España) ha vuelto a abrir el debate sobre el calendario de clases, la jornada escolar y unas vacaciones muy concentradas en el verano, de aproximadamente tres meses, que muchos consideran demasiado largas.
En Europa el inicio de curso se puede dividir en tres grandes grupos: los que empiezan en agosto (como Finlandia, Escocia, Noruega u Holanda), los que lo hacen a primeros de septiembre (Francia, Inglaterra o Irlanda) y los más tardíos, hacia mediados de septiembre, entre los que están España, Portugal, Grecia o Italia. En general, los dos primeros tienen más repartidas las vacaciones, y el último, ese larguísimo descanso veraniego. En España el debate sobre el calendario escolar, fruto de la tradición y la climatología (el calor que hace en verano), ha dado lugar a distintos calendarios en las comunidades autónomas, sobre todo con el inicio de curso. En primaria, la mayoría de las autonomías comnienzan ya en la segunda semana de septiembre, sin embargo, en secundaria, más del 80% de los alumnos empiezan más allá del día 15. Pero las cosas nunca llegan a resolverse del todo. Por un lado, los padres empujan a la Administración para que adelante el inicio de curso, asegurando que es mejor espaciar las vacaciones, entre otras cosas, para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, además de mejorar el rendimiento de los chicos. Por otro lado, los profesores insisten en que las primeras semanas de septiembre se utilizan para preparar el nuevo año escolar, y en ese tiempo se hacen los exámenes de recuperación. Y, por último, los expertos señalan algunas reglas pedagógicas muy básicas. Por ejemplo: "Mientras no se demuestre lo contrario, más tiempo de clase es mejor", sentencia el catedrático de Sociología de la Universidad de Salamanca Mariano Fernández Enguita. "Está demostrado que los resultados de los alumnos se van igualando durante el curso", es decir, que la escuela va acercando a los peores alumnos a los mejores, "y eso se pierde durante el verano", añade Enguita.
Además, los especialistas reclaman un debate profundo sobre los tiempos escolares, pero con las cartas de cada uno puestas boca arriba encima de la mesa: con los argumentos pedagógicos, pero si además hay que tener en cuenta la conciliación, y los profesores no quieren ver empeorar sus condiciones de trabajo, que se diga claramente para tomar las decisiones que hagan falta, reclama el profesor de Pedagogía Social de la Universidad de Santiago, José Antonio Caride. "No vamos a permitir que vuelvan a poner a la sociedad en contra de los profesores con una medida demagógica, de adelantar apenas unos días, que no va a ningún lado", afirma rotundamente el responsable del sindicato FETE-UGT, Carlos López Cortiñas, que también, como los padres de alumnos, se muestra abierto a esa discusión más profunda. "Estamos dispuestos a debatir, pero no sólo esa medida aislada; tendríamos que sentarnos a discutir sobre todo el tiempo escolar, sobre la jornada [continua o de mañana y tarde], sobre una redistribución más lógica de las vacaciones y del tiempo en los centros, separando las horas de clase de la apertura del colegio para atender a los alumnos", añade Cortiñas. Así, los sindicatos andaluces se manifestaron el pasado 28 de enero contra la propuesta de adelantar el inicio de curso en primaria hasta el 7 septiembre. En la ESO se quedaría en el día 15, como este año, y en bachillerato y FP se adelantaría también hasta ese día (este año no empezaron hasta el 22). Los sindicatos del sector CC OO, UGT, ANPE, CSIF y SADI elaboraron un comunicado conjunto en el que fundamentaban su rechazo en esos problemas que se generarán en la planificación de cada curso. Tanto el presidente de la confederación laica de padres de alumnos (Ceapa), Pedro Rascón, como el profesor Fernández Enguita insisten en que en unos pocos días se puede preparar todo eso. En cualquier caso, el Gobierno andaluz ha reculado y ahora propone empezar en primaria el día 10. Los sindicatos responden hoy si lo aceptan. Si se trata sólo de conciliación, dicen, que los colegios estén abiertos todo el año, pero con una estructura paralela a la docente. En Cataluña, la propuesta de adelantar el curso una semana el próximo año viene acompañada de los otros puntos cruciales de este debate: las vacaciones y la jornada lectiva (mientras algunos profesores prefieren la continua, los padres, la partida, de mañana y tarde). Así, se propone que en junio no haya jornada intensiva como hacen algunos centros, y que los días que se ganen al empezar antes se utilicen como vacaciones de dos semanas, a elegir en febrero: del 8 al 12 o del 15 al 19. Una especie de semana blanca que ya utilizan algunos centros, pero que en muchas comunidades se eliminó por la presión de unos padres que no sabían qué hacer con los chavales durante ese tiempo. Sin embargo, los alumnos catalanes tendrán la opción de hacer actividades extraescolares en ese periodo. El consejero catalán de Educación, Ernest Maragall, dijo ayer que habrá ofertas alternativas, como ocurre ahora, para los periodos no lectivos, que se concertarán con entidades y Ayuntamientos. El presidente de Ceapa, Pedro Rascón, insiste en que vacaciones más cortas serían más manejables para los padres trabajadores. Arancha, abogada, madre de dos niños de seis y nueve años, explica que el julio y agosto se apaña apuntando a los chavales a campamentos, pero admite que cuando llega septiembre ha de recurrir a los abuelos o a los días de vacaciones que se guarde su marido, funcionario, para la ocasión. Entre otras cosas, admite, porque dos meses de campamentos ya son bastante dispendio. Pero más allá de la conciliación, Rascón reclama como los demás ese gran debate educativo y social: "Lo que llevamos mucho tiempo pidiendo es que nos sentemos a hablar sobre el tiempo escolar, sobre el inicio de curso, pero también sobre los periodos de vacaciones, y los 175 días de clase marcados en la ley como un mínimo, pero que las comunidades se han tomado como un máximo". Una discusión que en Cataluña ha resultado en varias propuestas, todas más radicales que la que finalmente ha presentado la Generalitat. Una es la de arrancar el curso el 1 de septiembre, considerado un cambio muy drástico y, además, que obligaría a los docentes a empezar a finales de agosto, cuando ahora se incorporan ese primer día de septiembre. Ahora bien, se ganarían dos semanas, que podrían ser utilizadas para hacer dos paradas escolares en noviembre y en febrero, recalca el informe encargado al grupo de expertos, entre los que hay profesores, sindicalistas y familias, y representantes de la Administración catalana. Otra alternativa es adelantar el inicio de curso y acabar más tarde, el 30 de junio. Pero el informe encargado por la Generalitat la considera poco viable en la práctica debido a las condiciones climáticas, es decir, excesivo calor, al final de junio. "Quizá haya que pensar que es difícil mantener todo el horario en la última semana de curso. Hay centros que no tienen aire acondicionado en clase y no tienen cortinas", dice Antoni Arasanz, presidente de la asociación de madres y madres de Alumnos Fapel. El profesor de la Universidad de Santiago José Antonio Caride no tiene ningún problema en bajar al detalle -cree que las vacaciones veraniegas son muy largas y que podría estar bien empezar antes las clases-, pero intenta evitar que se reduzca el debate al primer día de cole o si la jornada debe ser continua o de mañana y tarde. Quiere que trascienda, incluso, las paredes de la escuela. "Todos los tiempos han cambiado, los de los comercios, los laborales; vivimos en una sociedad abierta las 24 horas". Caride habla de soluciones complejas, de centros escolares que no cierran, pero que no están llevados sólo por profesores (más trabajadores sociales, actividades culturales y deportivas, algo que también mencionaban los responsables de FETE-UGT y de Ceapa). El profesor de Pedagogía también habla de tiempos flexibles que rompan la clase decimonónica de una hora o tres cuartos de una sola materia. De soluciones distintas y especialmente pensadas para áreas rurales y zonas urbanas desfavorecidas, donde si se trata de sustituir el tiempo de clase por actividades complementarias (música, idiomas, etcétera) el resultado es una mayor desventaja para esos chavales, ya que el tiempo que no están en el aula termina siendo ocio sin más. "Si sumamos todas las horas de clase de la educación obligatoria, de los 6 a los 16 años, resulta que el alumno de un colegio privado ha estudiado un año más que uno de la pública", asegura Fernández Enguita, ya que los privados ya empiezan antes el curso y engordan su jornada. En los setenta y ochenta, había 210 días obligatorios de clase. Ahora son unos 175, añade. Rafael Feito, de la Universidad Complutense, se queja de que a veces se hagan pasar reivindicaciones laborales por razones pedagógicas, como ocurre cuando se dice que es mejor para los alumnos la jornada continua, cuando los estudios que se han hecho al respecto dicen lo contrario, asegura. Las reivindicaciones de mejoras laborales son muy legítimas, y el afán de mantener las que ya se han conseguido, también. Por eso todos insisten (padres, profesores, expertos) en la llegada de más docentes y de más profesionales aparte de éstos si se quieren mantener los colegios abiertos más tiempo. Eso requiere, por supuesto, que las Administraciones dediquen más dinero a la educación. Y, quizá, admite Caride, el miedo de los profesores puede ser que se quiera hacer todo eso sin los medios suficientes y volver a cargarlo todo sobre las condiciones de los docentes. Problemas hay muchos, y Caride asume que las soluciones no se alcanzarán de un día para otro, y "que nunca se encontrará un calendario escolar al gusto de todos". Y precisamente por eso insiste en que las decisiones deben contar con el mayor consenso posible..."
Así en la Región de Murcia empezó el 'cole' este año para Primaria el día 10 de septiembre y para Secundaria el día 16 de septiembre, en la Comunidad Valenciana, fueron para Primaria el día 8 y para Secundaria el día 15.
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